Te acuerdas de tu primer amor?

A mis veinte y tantos años, recordando muchas de las cosas que reafirman mi vida cada día, me puse a pensar en aquella personita que abrió las puertas del amor en mi corazón. Y, no hablo del primer novio, cosa que no siempre resulta ser el primer amor, más bien, lo catalogo como "primera ilusión", sin embargo, muchos confunden esta situación y se sitúan solamente en la primera persona especial -novio(a)- en nuestra vida y no en el momento que realmente despertaron nuestras más profundas emociones.

He experimentado muchas sensaciones diferentes cuando de amores se trata. Tuve mi primer novio, pasé muy lindos momentos junto a esa persona, pero no sentí esa necesidad avasallante que (en algún punto de mi vida, no tan alejado de mi presente) sí llegué a sentir tan intensamente que mi mundo se transformó en su mejor versión.

Aprendí a reír, a llorar desde el alma, a sentir celos, a dejar el corazón con cada palabra, a dar lo mejor de mi, a ser vulnerable, aprendí a amar. Admito que no fue fácil, reconozco que soy una persona difícil, muy reservada, pero cuando el amor llegó a mi existencia tocó cada poro, cada célula de mi ser y no pude resistirme a tal sentimiento, el más puro y absoluto sentimiento en este mundo.

Comprendí que el amor es libre, que la persona que amamos no es una cosa o pertenencia de la cual somos dueños, que no hay condiciones para amar. Que la libertad, el espacio, la paciencia debe de reinar en cada relación que tengamos, cuidarla así como a un bebe recién nacido, con toda la calma del universo.

Desprenderse de los fantasmas del egoísmo, pensar en quien amamos como un ser único e independiente, que está con nosotros no por obligación sino porque quiere compartir la vida a nuestro lado.

Nos entregamos en cuerpo y alma, aprendemos a valorar a quien amamos, nos damos cuenta de sus más bellas virtudes, pero también de sus más ocultos defectos.

En mi camino me di cuenta que hay que amarse a uno mismo para luego poder brindar todo lo hermoso que existe dentro de nosotros.

Experimentar y soñar con el primer amor es dulce, es sensible y nos logra maravillar con las más simples cosas que tocamos, que vemos, que sentimos. TAM Ale :)

No encontré otra canción que me recordara tanto que se siente tener un primer amor.