"El tiempo pasa y nos vamos poniendo viejos". Así dice una vieja canción que siempre le cantaba a mi madre hace muchos años atrás, pero hoy al recordarla ya no me da risa, sino que me pone a pensar en que el tiempo pasa y no perdona.
Hoy caminando hacia mi trabajo, venía pensando en todo lo que tenía que hacer en el día y en cosas mías, de repente, veo una jovencita caminando y me llegó un flash de cuando tenia esa edad. La adolescente no creo que pasaba de 14 años.
Verla me trajo tanto recuerdos. Me condujo a mis tiempos de juegos, de soñar, de creer que el mundo era todo una maravilla y que nada me era imposible lograr.
Hoy que ya soy una mujer, analizo las cosas y llego a la conclusión de que he dejado atrás tantas cosas que hoy añoro. Era una personita muy ingenua, pensaba que todo el mundo era como yo, que nadie era capaz de hacerle daño a los demás, que todos teníamos solo amor para dar, que no solo uno buscaba el bien propio sino en todos los otros, que el engaño solo existía en las novelas, que todos amamos la pizza, jeje, pero no es así, el mundo real es otro.
Día a día, mientras más el tiempo pasa, me veo en la necesidad de ser más precavida, de saber a quien le brindo mi amistad, a ser intuitiva, saber cuando dejar pasar oportunidades y cuando tomarlas. Soy más consciente del mundo que me espera cada vez que pongo un pie en la calle.
Soy realista, y serlo en el 2011 no es un juego de barajas, se necesita caracter y tener los pies bien puestos sobre la tierra. Quisiera ser más como era antes, tener esa virtud de ver todo tan sencillo, de hecho, todo es simple, quien lo complica es uno mismo. Pero, con tantas experiencias amargas y dulces que nos toca vivir, eso se va diluyendo y nos hace fuertes, con un sentido de la vida sin mucho maquillaje y sin mucha fantasía de por medio.
De vez en cuando, entro a mis quince, me doy un baño de esa pureza que tenemos dentro y recargo mi optimismo y esperanza con la vida que tengo , con la forma en la que deseo que las cosas sean a mi alrededor y le pongo ese "plus" que tanto se necesita.
Juventud, divino tesoro.
xoxo lectores
No hay comentarios:
Publicar un comentario